PASO A PASO PARA QUE TU SEMANA SEA DE 10

Mar 17, 2023 | gestión del tiempo, planificación, productividad

Quizá te suene el término “domingustia”. Yo me familiaricé con él en mis tiempos de universidad, cuando tras un jueves, un viernes y un sábado de no parar y disfrutar como si no hubiera un mañana, llegaba el domingo por la tarde, normalmente después de comer, y me entraba una sensación de pena y angustia, ante la perspectiva del fin de unos días fantásticos y el comienzo de una rutina de estudio, de idas y venidas.

Esa “domingustia” fue creciendo a medida que crecían mis responsabilidades. Primero un trabajo, después casarme y un trabajo, después una casa, unos niños y un trabajo. Yo quería que los fines de semana fueran eternos.

Curiosamente a la vez que mis hijos iban creciendo la angustia se desviaba hacia casi rabia. Porque mis fines de semana se pasaban en un abrir y cerrar de ojos, llevándoles de un sitio a otro entre cumpleaños, partidos, llevar y recogerles de casas de amiguitos. Llegaba al domingo por la tarde exhausta. Incluso había domingos que pensaba que al menos durante la rutina de la semana descansaría, pero en ese momento me asaltaban todos los pensamientos habidos y por haber sobre todo lo que me esperaba en la oficina. El trabajo pendiente, ese cliente insoportable que sabía que me llamaría el lunes a las 8 de la mañana, las reuniones previstas, los imprevistos. Y el nudo en la garganta cada vez más grande. La “domingustia”.

Si no te sonaba, estoy segura de que ya si, y que la conoces perfectamente.

Pero tiene solución. Y lo siento, porque no pasa precisamente por irse a un spa a desconectar. Sino más bien todo lo contrario. Pero te aseguro que esa sensación horrible desaparece en cuanto empiezas a tomar las riendas de tu semana.

Si lo analizas, te darás cuenta de que esos sentimientos son la respuesta reflejo de tu día a día durante la semana. Tu mente anticipa tu odio a los lunes, tu cansancio acumulado, tu estrés en la oficina, tus prisas de la mañana, tu improvisación a la hora de las comidas, tus almuerzos aburridos en el trabajo, y si te pones, encontrarás muchas más situaciones poco agradables de tu día a día. Así que la clave está en combatir, y mitigar, esas malas sensaciones que generas de lunes a viernes.

Y para ello la clave está en el fin de semana. Y no precisamente en vaguear y dormir sin fin (si es que tienes esa suerte), sino en usar una serie de técnicas que te ayudarán a planificar una buena semana y a prepararte mentalmente de una manera óptima. Puedes emplear un rato del domingo, o del sábado. Como prefieras o mejor te venga. En este post pondremos como ejemplo el domingo, porque suele ser lo más común. Pero yo misma ha habido fines de semana que lo he preferido hacer el sábado por tener más tiempo o al menos estar más motivada para hacerlo. Tú decides y sobre todo, ten muy presente esto que te digo a continuación:

CADA SEMANA NOS OFRECE LA OPORTUNIDAD DE MEJORAR Y CAMBIAR AQUELLO QUE NO NOS HA GUSTADO DE LA ANTERIOR

Pongámonos manos a la obra y vayamos PASO A PASO:

  • PREPARA EL LUGAR DONDE TE VAS A SENTAR A ORGANIZARTE: Despeja la mesa, y ten a mano tu cuaderno, bolígrafos de colores, tu agenda, ordenador o tablet o móvil. Con una bebida cerca te irá aún mejor.

Piensa que vas a emplear un rato más o menos largo (según vayas practicando será cada vez más corto), pero que te va a resultar tan beneficioso que no te va a compensar de principio a fin todo lo que hagas. Así que como dicen ahora por ahí la Generación no sé qué, romantiza el momento.

 

  • EMPIEZA REFLEXIONANDO SOBRE TU SEMANA EN TODOS LOS ÁMBITOS (personal, profesional, familiar, etc.): qué cosas han pasado y no te han gustado. ¿Por qué? ¿Qué podrías haber hecho mejor?

Una vez reflexionado sobre lo malo, toca dejar espacio para que salga lo bueno. ¿Qué cosas buenas han ocurrido? Dedica tiempo a recordar momentos divertidos, agradables, satisfactorios, que hayan ocurrido durante la semana. Da las gracias. [Si no has hecho el curso de Práctica de Gratitud te lo recomiendo infinitamente para que este ejercicio te cambie no solo la próxima semana, sino tu vida entera]

 

  • DIVIDE EN COLUMNAS UNA HOJA HORIZONTAL Y ESCRIBE TUS OBJETIVOS DE ESTA SEMANA (tanto profesionales, familiares y personales): Pon cada uno en una columna . Objetivos que te hagan más feliz, o que te ayuden a conseguir esas metas que te has propuesto para el mes, o para el año. No hagas una lista eterna para empezar, sino piensa en aquellas cosas que realmente podrían reflejar un cambio sustancial en tu forma de ver la semana.

Puede que sea tratar de ir con menos prisas, salir de la oficina a tu hora sin remordimientos, dedicar un tiempo de calidad a estar con los tuyos, o sacar un par de horas a la semana para ti, comer más saludablemente.

 

  • DEBAJO DE CADA COLUMNA-OBJETIVO ESCRIBE QUÉ DEBERÍAS HACER PARA CONSEGUIRLOS. Esos gestos, acciones, que tienes que hacer para cumplir. Por ejemplo: adelantar media hora el despertador, dejar preparadas las cosas la noche anterior, evitar las distracciones absurdas durante mi jornada de trabajo, planificar el día anterior las tareas del trabajo, dejar el móvil en la entrada de casa y no volver a él hasta que se hayan acostado mis hijos y planificar el menú semanal al detalle. Reservar un masaje, o mi clase de yoga.

Con este ejercicio, estarás preparado para el siguiente paso que es:

 

  • PLANIFICA TU SEMANA. Escribe una lista de cosas que sabes que tienes que hacer durante la semana. Citas, tareas, fechas límite para entregar un trabajo, reuniones, eventos. Y teniendo en cuanta el punto anterior, empieza a organizar tu semana en tu agenda y/o calendario.

[En la Guía Aprende a Organizarte, esto lo vemos en detalle, y aprendes a saber priorizar y planificar mejor]

 

  • REVISA TUS GASTOS Y TU PRESUPUESTO FAMILIAR. Comprueba lo que has gastado esta semana y en qué. Comprueba las facturas que te han llegado y ten en cuenta las que te llegarán la próxima semana. Revisa tu saldo en la cuenta.

Este ejercicio te ayudará a ser más consciente a la hora de gastar y te preparará para los siguientes puntos.

 

  • PLANIFICA TU MENÚ SEMANAL. Si es que no lo has hecho ya, antes de hacer la compra, tal y como se explica en el en Curso de Casa al Día . Te ayudará a ahorrar dinero, tiempo y a quitarte un peso de encima. Y no solo pienses en las cenas, si es la comida diaria que hacéis todos en casa, te recomiendo que incluyas tu comida si te la llevas a la oficina (para que no comas siempre los restos de la cena del día anterior), y si tienes niños, las meriendas que toman a la salida del colegio.

Recuerda que cuanto más planificado esté, menos tienes que pensar sobre la marcha o gastar fuera de presupuesto improvisando. Además quizá te animes a adelantar alguna cosa, o preparar algo rico, y variar un poco.

 

  • ORGANIZA TUS LOOKS ( Y LOS DE TUS HIJOS PEQUEÑOS) DE LA SEMANA. Esto es algo que a mi me ha ayudado muchísimo durante los años que trabajaba fuera de casa, de cara al público o que tenía que proyectar cierta imagen. Y sobre todo con mis hijos que no llevan uniforme en el colegio.

Sabiendo de antemano lo que nos esperaba durante la semana, en mi caso, reuniones, o eventos, o en el de mis hijos, extraescolares o deporte, elegíamos y lo ponía directamente todo en una percha o dos enganchadas una con la otra. Mi hija incluso hizo unos cartelitos con el día de la semana.

Con esta práctica tan tonta, te darás cuenta de cómo mejora tu día a día. Sin prisas por las mañanas, ni la tortura de pensarlo antes de acostarte cuando solo piensas en la cama. Además, si luego, por lo que sea, decides llevar otra cosa que te apetece más, no pasa nada, porque lo cambias al momento rápidamente. Y en el caso de los niños, fomentas su autonomía.

Pero es que además no te asaltará la horrible frase de. ¡No tengo nada que ponerme!. Excusa perfecta para ir de compras y gastar absurdamente, porque lo más seguro es que si que tengas qué ponerte, y mucho. Simplemente tu mente se colapsa y no es capaz de crear nada.

 

  • DEJA TODO PREPARADO PARA EL LUNES. Y cuando digo todo, es todo. Coche con gasolina, abonos de transporte cargados, dispositivos electrónicos al 100%, mochilas, bolso, almuerzo en la nevera listo para meter en la bolsa, mesa del desayuno, casa recogida, etc.

Que tu lunes no empiece a la carrera, sino con la tranquilidad de tenerlo todo bajo control ayuda a que el resto del día en incluso la semana, vaya mejor.

 

  • RESERVATE UN MOMENTO FINAL PARA TI. Como dice el anuncio: te mereces un premio. Después de tenerlo y dejarlo todo listo y organizado, emplea un rato para ti, en algo que te ayude a desconectar.  Hay quien termina la semana con un baño, quien necesita hacer una última sesión de deporte. Hay quien aprovecha para una sesión de peli, palomitas, y vinito, o hacerse un tratamiento de belleza y la manicura.

Para mi es dedicar un rato a visualizar la semana del modo que yo quiero que sea exactamente. Es una práctica que me encanta, y que me ayuda a estar motivada y focalizar mis esfuerzos en aquello que realmente deseo. [En la Guía de Visualización te explico al detalle cómo hacerlo, en qué consiste, y dónde radica el éxito para que funcione]

 

Y con esto, acabamos. Espero que este fin de semana, encuentres ese momento clave que te ayudará a que la próxima semana fluya mejor sobre todo te sientas mejor, ya no solo el domingo por la tarde, sino también de lunes a viernes.

Si eres de los que ya haces algo parecido, comparte tu experiencia y cuenta qué haces tú. Si este post te ha gustado y crees que puede ser de utilidad a más gente, compártelo en tus redes sociales etiquetándome  (@ordenenmivida)  o mandándoselo por mail  o WhatsApp a quien consideres. Desde ya, ¡mil gracias!

No obstante, en mi cuenta de Instagram he dejado un carrusel con los puntos más importantes para que lo tengas a mano como recordatorio.

Un abrazo,

Esther

 

 

 

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