¿Das vueltas y vueltas sobre una idea, un tema, o un problema sin tomar ninguna decisión al respecto?
Pues que sepas que el 57% de las mujeres tendemos a ser overthinkers*, frente al 43% de los hombres.
Pero lo que es curioso es la siguiente estadística.
El 73% de la población (da igual el género) entre los 25 y los 35 años, lo es.
Este porcentaje baja a un 52% entre los 45 y 55 años.
Para quedarse en un 20% entre los 65 y los 75 años.
Es decir, que según pasan los años, maduramos y dejamos de darle vuelta a las cosas. Probablemente fruto de la experiencia de la vida, y de tener más claras nuestras verdaderas prioridades.
¿Cómo saber si realmente eres una overthinker?
– Tienes pensamientos repetitivos pero nunca les das solución o te cuesta mucho llegar a una.
– Te sientes constantemente preocupada por cosas que no puedes controlar.
– A la hora de tomar una decisión te quedas paralizada, y le encuentras mil pros y contras.
– Sientes que ese sobre-pensamiento encima te impiden disfrutar de la vida.
– Te cuesta conciliar el sueño porque llega la hora de dormir y empiezas a darle vueltas a las cosas, incluso engrandeciendo problemas pequeños.
– Empiezas a tener problemas físicos: rechinar de dientes involuntario, dolor de mandíbula, de cabeza, dificultad para respirar o incluso crisis de ansiedad.
¿Cómo dejar de ser una overthinker?
(O al menos intentar serlo menos).
– Escribe tus pensamientos y preocupaciones en una hoja. Vuélcalos y sácalos de tu cabeza. Es un ejercicio que ayuda a poner distancia entre tu y ellos y verlos con otra perspectiva te ayudará a ver su verdadera magnitud.
– Usa pensamientos positivos o afirmaciones positivas para cortar los negativos y evitar así entrar en un bucle.
– Establece momentos del día para preocuparte. Sé que suena a broma, pero una persona que lleva toda su vida siendo así es imposible que deje de hacerlo de la noche a la mañana y es un proceso.
Puedes dejarte un ratito, mejor que no sea por la noche, para liberar pensamientos, pero comprométete contigo misma a cortarlos por lo sano el resto de día con otros pensamientos positivos.
– Da prioridad a una buena rutina de sueño. Esto es como la pescadilla que se muerde la cola. Si piensas demasiado duermes mal, pero si duermes mal tu cerebro funciona peor y tienes más probabilidades de caer en el bucle del pensamiento repetitivo.
– Pide ayuda profesional. Si sientes que te está afectando demasiado, que se refleja en problemas físicos, consulta a un psicólogo. Podrá ayudarte seguro.
¿Cuántas de vosotras os sentís identificadas, cómo lo lleváis?
*La traducción al español sería “sobre pensador” o “pensador excesivo”. Así que con tu permiso, me tomo la libertad de usar el anglicismo que es más corto.
SON GENIALES TUS POST
Muchas gracias Cristina!!