(n) Trayecto de cambiar la mente, corazón, a sí mismo, o estilo de vida. Una transformación o conversión entendida como un movimiento interior que surge en toda persona que se encuentra insatisfecha consigo misma.
Puede que por la situación en la que nos hallamos, creo que muchos nos encontramos en un proceso de cambio como el que describo arriba.
Está claro que la famosa
“nueva normalidad” crea mucha incertidumbre. Por un lado queremos pensar que todo seguirá como antes, por otra que por supuesto no puede ser así después de todo lo que hemos vivido y sería muy inhumano seguir como si nada [
lee este post]. Por añadidura, nos cuesta imaginarnos una realidad que nos pintan muy distinta a lo que estábamos acostumbrados, especialmente en un país como España, donde la convivencia, el contacto, es algo que corre intensamente por nuestras venas .
Pero mi mente vas más allá y me planteo ese futuro no tan lejano, aunque hablemos de septiembre, y no sé ni por dónde empezar. ¿Niños con clases online todo el curso, comercios con cita previa, restaurantes con la mitad del aforo, atención a los clientes a través de mamparas o con una distancia mínima de 1.5m y con equipo de protección? A veces quiero pensar que exageramos como cuando imaginábamos que en el 2020 los coches volarían, y míranos, estamos más cerca de 1918 que de Regreso al Futuro. ¡Ojalá! Aunque si toca hacerlo no quedará más remedio si con eso estamos ayudando. ¿Pero de verdad va a ser nuestra nueva realidad?
El caso es que una vez más, me encuentro en proceso de cambio, de transformación, por lo que confirmo que soy muy cíclica, y aunque no tiene la gravedad y profundidad del 2017, donde todo cambió, sí que me encuentro en un proceso de búsqueda. Con un único fin, el de convivir de la mejor manera con esa nueva realidad que, para empezar, ni sé como va a ser.
Comentaba en
Instagram, que en esta ocasión, a diferencia de las otras veces, conozco el proceso, cuento con las herramientas necesarias y sé cómo usarlas. Porque
lo mejor de todas estas crisis existenciales son el poso que van dejando. Así llegó a mi vida el mindfulness, la programación neurolingüística, la meditación, el poder de la escritura o la Ley de la Atracción. Y precisamente son las herramientas que estoy usando para encontrar ese camino que no sé muy bien a dónde me llevará, quizá simplemente me reafirme en el camino en el que estoy.
Así que si tú también tienes esa sensación interna, esa necesidad de encontrar el camino, de cambiar, mejorar, no le tengas miedo, y ¡aprovéchala! Es el momento de recolocar nuestra vida, nuestros principios y valores a una nueva realidad.
Ármate de paciencia, comienza por mantener sobre todo la calma, y con ayuda de un folio, bolígrafo y rotuladores empieza a hacer balance de tu vida. Puedes usar la Rueda de la Vida de la que te hablé en el útimo post.
De todos modos, aquí en Orden en tu Vida, comparto todo lo que me es útil o me ha ayudado a lograr mis objetivos. Puedes echar un vistazo a post anteriores, si buscas “crecimiento personal” en mi buscador o pinchas aquí. O estate atenta a mi cuenta de Instagram, donde comparto cosas que pueden serte útiles.
Y sobre todo no decaigas. Tenemos una oportunidad, como decía en este post, no la deseperdiciemos.
Interesante!!
Hola !…Justo hoy estaba yo tratando de poner orden en vida, buscando un sistema que me ayude a organizar mi caos mental y…escucho en mi interior la palabra "metanoia" ( si, soy de escuchar e intuir muchas de estas " palabras" 😆😉 ). Al entrar en internet para buscar el significado he dado con tu blog, y porque ya no flipo con estas sincronicidades, pero si que una enorme sonrisa de asombro se ha dibujado en mi cara.
Gracias , por lo que aportas y compartes. He estado leyendonte un poco y me parece genial lo que haces.
Y así, sentí la necesidad de hacertelo saber.
Un saludo y un abrazo de luz…compañera "metanóica " 😉