No recuerdo muy bien cuándo fue la primera vez que escuché esa expresión, pero si sé que a lo largo de estos dos últimos años la he leído, escrito y oído tantas veces que se ha convertido en un mantra para mi.
En mi casa, de pequeña, siempre dijeron que era un poco Antoñita la Fantástica y curiosamente nunca me lo he tomado a mal. De hecho, ahora, con 39 años pienso que quizá esa faceta mía sea la que me ayude a salir adelante en muchas ocasiones.
Dream big, work hard and make it happen
(Sueña a lo grande, trabaja duro y hazlo realidad)
Esta frase me acompaña desde hace meses. Cada vez que abro mi cuaderno de visualización sé que no es en balde, sino que es la herramienta que necesito para hacer que esa maquinaria que es la mente se ponga a funcionar hacia donde yo quiero que lo haga.
Y es que en nuestra vida nos dejamos regir por nuestros miedos, miedos que nos limitan. Párate a pensar.
¿Por qué crees que nunca podrás llegar a ser rica? Pensamiento limitante número 1 porque para eso me tendría que toca la lotería ( por lo que ya de primeras culpabilizas a la suerte de que no seas ya rica). Pensamiento limitante número dos, porque es imposible que mis ingresos aumenten como no sea porque me toque la lotería (culpabilizas a tu actual situación laboral, a tus capacidades profesionalesn y de nuevo dejas la responsabilidad al azar…). Pensamiento limitante número tres, porque por algo está el dicho del “dinero no da la felicidad” y seguro que no seré más feliz con más euros en mi cuenta porque surgirán otros problemas ( culpabilizas directemente al dinero en si de una posible infelicidad). Pensamiento limitante número cuatro, porque para ser rico hay que matarse a trabajar, porque “el dinero no cae de los árboles” (el dinero solo es fruto de un esfuerzo desmedido, inconmensurable).
Así ¿cómo va a ser posible que tu mente se ponga a trabajar en lo que te puede ser útil para convertirte en una persona rica? Si solo recibe mensajes negativos al respecto, lo que tu cerebro entenderá será que es mejor quedarse como uno está y dejarlo pasar.
Pero ¿qué pasaría si de repente te dices esto a ti misma? Si otros pueden, ¿por qué no yo? Y entonces tu cabeza hace click, y comienza la maquinaria mental.
Si otros han podido, yo también puedo. No es cuestión de poder, es cuestión de querer, de realmente querer ser.
¿Y cuál es la mejor herramienta para ayudar a nuestro cerebro que continue dispuesto a ayudarnos a alcanzar nuestra meta de ser ricos? Imaginando, soñando conscientemente, visualizando, soñando despiertos.
En el post de La Ley de la Atracción, expliqué brevemenete en qué consiste la visualización y cómo hay que ejercitarla. Si te interesa el tema no te pierdas los post que escribí al respecto. El caso es que volvemos una vez más a sueña grande , pero de verdad, con sentimientos, viviéndolo como si fuera tan real ya que tu cerebro llegue a confundirse y piense que es ya la realidad.
Te voy a contar una anecdota personal. En enero de 2018 creé mi mural de visualización. Una hoja llena de imágenes y recortes con todo aquello que deseaba lograr hacer en el año. Al principio se llenó de imágenes realistas, más o menos fáciles de alcanzar con mi situación económica del momento. Pero al repasarlo me di cuenta de que precisamente eso no servía para nada, sino que tenía que forzar la máquina, y proponerme cosas mucho más complicada, cosas que en ese momento fueran una locura, imposibles de alcanzar por distintos motivos, como por ejemplo volver a Nueva York.
Nueva York fue nuestro destino en la Luna de Miel. Ni a mi marido ni a mi nos llamaba la atención los viajes que hacía la mayoría de la gente a lugares exóticos, habíamos descartado cualquier destino con playa, Europa nos la conocíamos los dos bien, pero a los dos nos encantan las películas de Woody Allen. Así que decidimos dedicar 10 días en ir a NY a todo tren. Y cuando digo a todo tren, es que fue así. Nos alojamos en el hotel más emblemático, montamos en helicóptero, nos movimos en black cars, visitamos todos los museos importantes, comimos o cenamos en los restaurantes más emblemáticos y volvimos con una maleta gigante de más llena de compras.
Durante estos 13 años hemos podido volver, pero siempre pensábamos que volver con un presupuesto muy muy reducido quizá nos haría ver la ciudad de otra forma y podría romper esa magia que habíamos creado.
Aún así me decidí poner un par de fotos de NY. De Central Park en otoño, y por otro lado una vista de Manhattan distinta a la habitual. Durante semanas miré el papel, y me imaginé paseando por Nueva York, con una abrigo, visitando librerías y papelerías, pasear por Central Park con sus árboles rojizos, sentarme en un banco tomando un café calentito viendo el río… hasta que una noche de Marzo nos llamaron mis cuñados y nos comunicaron por sorpresa (pues nadie nos lo podíamos siquiera imaginar) que se marchaban a vivir a NY en poco más de dos meses.
En Noviembre, mi marido y yo alquilábamos unas bicicletas para dar la vuelta por un Central Park otoñal, lleno de colores ocres y dorados igual que el de las pelis de Woody Allen.. Vivimos un NY distinto, pero creo que incluso más bonito y especial, compramos libros, cuadernos, comimos en lugares únicos. Y lo mejor y más asombroso de todo: La foto de Manhattan que aparece en mi panel de visualización está tomada desde el muelle de Hoboken, a escasos metros de donde mis cuñados tienen su precioso apartamento, un lugar del que jamás oí hablar antes.
Este es quizá el ejemplo más impactante de los que me han ocurrido desde que llevo a raja tabla el soñar grande. Pero ha habido otros muchos, muchísimos, desde pequeños y anecdóticos, a algunos que me dejan sin palabras durante un rato. ¿Pero tu te resistirías a seguir haciéndolo?
Venga párate a pensar en grande, busca ese sueño que crees imposible y hazlo realidad en tu mente. Acude a él todos los días, visualízate, y verás como lo logras. Si no, ¿cómo crees que Walt Disney, Coco Chanel, Martin Luther King, o Nelson Mandela, entre otros cientos de personajes relevantes de la historia, lograron lo que lograron, si no fue por hacer realidad un sueño a priori imposible?
¿Cual es tu Gran Sueño?
Pensar a lo grande me cuesta, me cuesta mucho, pero a raiz de otros cambios que me han aportado seguridad cada vez lo veo menos imposible. Tomo nota del panel de visualización. Me ha gustado la idea!!
Paula
Buenos días Esther,
Es curioso que los dos estamos en esta fase de pensar en grande. No dejarte llevar por tus pensamientos negativas que te deja estancar. Gracias por compartir con nosotros! Mi gran sueño es trabajar en la Unión Europea!
Te recomiendo seguir a Mel Robbins, seguro que te encantará.
Un abrazo
Paulina