Si el jueves pasado te desvelaba cual era mi herramienta favorita para mantener la casa organizada, en esta ocasión te cuento otro de mis pasiones: las cajas y bandejas.
Me encantan las cajas, especialmente las cajas de cartón. No sé que tienen pero yo cuando entro en una tienda termino siempre llevándome una caja.
El caso es que siempre, siempre, siempre, termino dándoles una utilidad, y es que son una herramienta fundamental a la hora de ordenar. Por las siguientes razones:
– Una caja puede conseguir duplicar el espacio disponible ya que consigue aumentar el volumen de capacidad. Por ejemplo, una balda tiene una capacidad de superficie limitada, pero si en esa balda colocas varias cajas , dentro de esas cajas caben muchas más cosas.
– Te permite organizar por categorías, de modo que te sea más fácil localizar lo que buscas. Cuando hay niños en casa, con tanto juguete, es fundamental.
– A la hora de limpiar, es más rápido levantar una caja o una bandeja y pasar el trapo, que veinte mil cachivaches.
– Visualmente da sensación de más orden.
¿Dónde uso las cajas y bandejas? Prácticamente en cualquier lugar, incluida la nevera, donde tenemos dos bandejas para poner los lácteos (los yougures en una, y la mantequilla y quesos en la otra) de modo que solo tienes que tirar de ella para alcanzar lo que está en el fondo.
¿Dónde encontrar cajas? Por supuesto en tiendas físicas y on-line (bazares, grandes superficies, tiendas de decoración…), pero también en casa ya que puedes reutilizar cajas de zapatos, de la fruta, cajas viejas de puros (de mis favoritas), de juegos de mesa que han perdido fichas y ya no valen, pero también de cereales, galletas… es verdad que quizá no sean tan monas como las que compras hechas, pero todo depende de tus habilidades.
En este caso te propongo reutilizar una caja de galletas. Son las últimas que he hecho para organizar un armarito que tengo con baldas muy estrechas y donde coloco los esmaltes de uñas, cremas, los productos de aseo para viaje, o recambios … y cuya transformación ya te mostraré en un post. Pero vayamos con el paso a paso.
De una caja de este tipo normalmente puedes sacar 2 cajitas, usando tanto la base como la parte de arriba.
Dependiendo del uso que quieras darle y lo que quieras que contengan después, decide la altura de la caja. Por ejemplo, en este caso necesitaba meter mis aceites esenciales ya que todavía no tengo muchos, por lo que no contemplo la idea de comprarme una cajitas de esas tan monas (todo se andará). Así que la altura de la cajita no podía ser mucha para poder ver los botes que tengo, pero no tan baja como para que no se sujeten bien los botecitos más altos. Así que opte por 5 cm.
Con ayuda de una regla, un lápiz y un cuter corta los cuatro lados, habiendo marcado en cada esquina, previamente, la altura deseada.
Una vez cortada, refuerza con celofán por donde se abría y cerraba para evita que se venza.
Ya tienes la caja en bruto. Ahora toca ponerla bonita. Antes para forrarlas usaba papel de regalo que pegaba con cola blanca, pero el resultado no me terminaba de convencer, ahora uso (y con mucho mejor resultado) papel adhesivo que puedes comprar en el bazar, en la sección de decoración de ferreterías, grandes almacenes o en algunas papelerías.
Para forrar corto dos piezas. Un rectángulo para la zona más ancha (longitud), otro para la zona más estrecha (profundidad). La medida de la pieza la logro sumando.
Por ejemplo, en el caso de esta cajita mide 5cm de alto, por 13 de largo, por 5 de profundidad. Así que una pieza mide 35cm de largo por 13 de ancho y la otra 46cm de largo por 5 de ancho.
De este modo, evito cortes feos y queda más homogéneo todo. Hay otras formas, pero esta es la que me resulta más fácil.
Y voilá! Ya está lista la primer cajita. Ahora a repetir con la parte de arriba de la caja, y así puedes hacer todas las que quieras.
Si haces varias de distintos tamaños, puedes usarlas para organizar cajones des escritorio, o adornos del pelo, bisutería…de manera que todo quede compartimentado, y al no estar mezclado, sea más fácil de encontrar.
En mi otro blog, La Merienda a las 5, hace unos años, compartí otro tipo de cajitas DIY. Por ejemplo estas que se hacen con cartulinas estampadas que son de mis favoritas. {Pincha sobre la imagen para ir al post}
O esta cesta pequeña que se hace con una bolsa de papel:
Vamos, que como has comprobado hay un sin fin de posibilidades, y no es cuestión de dejarse un dineral en cajas, para tener la casa organizada. Y cuando eres una friki como yo de las cajas, no te queda más remedio que buscarte la vida!! (jajajaja)
El jueves te espero con el tercer y último post de la trilogía Herramientas para organizar. Y como te decía en la Newsletter de ayer (comprueba en tu bandeja de entrada, spam y promociones) estate atent@ a Instagram y Facebook, donde durante la semana, cada noche te recordaré aquellas tareas que debemos hacer durante la semana para cumplir con la Lista de Navidad del Especial OEMVI.
¡Te espero!
Hola Esther,
sigo encantada tus post e Ig. Querria preguntarte más acerca de los aceites esenciales. Yo tengo dos, pero aparte del de árbol de té, no tengo muy claro, cómo y cuándo usarlos. Tienes un difusor? y si es así, cuál es? Por pedirme uno para Navidad, que son carillos.
Estoy en plena fiebre de organización… empiezo a ver la luz al final de mi trastero…!