¿Has viajado en avión alguna vez? ¿Has oído a la azafata recalcar la importancia de que en caso de emergencia, lo primero que debes hacer es ponerte la máscara de oxígeno antes de ayudar a nadie? Pues el post de hoy viene a contarte cómo conseguir esa máscara de oxígeno que necesitas antes de seguir entregándote al 100% a tu familia, a tu trabajo, a tu casa.
Y es que ahora que comienza el curso, ahora que nos ponemos todos a organizar calendarios, horarios escolares y extraescolares. Ahora que planificamos citas con el pediatra, el dentista, reuniones de padres y menús saludables. Ahora que estamos a tope reorganizando la casa, dándole la vuelta para que esté perfecta. Ahora, ahora es el momento en que debemos ser más conscientes de lo importante que es cuidarnos y tener tiempo para nosotras.
No sé tú, pero yo me he visto muchas veces quejándome de la falta de tiempo para mí, quejarme de estar cansada, de no tener un segundo o una tarde o un día para desconectar. Y también me he visto cómo de repente se alinean las estrellas y tienes ese momento, esa mañana libre, pero como no la habías planeado, no hay hora en la peluquería, no has podido comprar las entradas al cine con antelación, tus amigas tienes planes, y terminas “perdiendo el tiempo” en cualquier cosa.
Y es que no hay que esperar a que se alineen las estrellas, hay que forzar ese hueco, porque que tú estés bien es una prioridad por tu bien y el de los que te rodean, especialmente tu familia. Porque te necesitan fuerte, te necesitan alegre, optimista y con recursos para solucionar los mil imprevistos que surgen en el día a día.
No te sientas culpable por buscarte ese hueco para tumbarte, o para dar un paseo, o para ir a ponerte guapa. Al fin y al cabo ¿no te preocupas de que tus hijos descansen, o vayan bien vestidos, o pasen por la peluquería una vez cada equis tiempo? No son caprichos, sino necesidades.
Establece como objetivo de este nuevo curso, cuidarte más. Y al igual que buscas el hueco para llevar a tu hija pequeña a ballet mientras los mayores están en música o natación, busca ese momento para ti dentro de vuestro horario.
Ahora me dirás que es imposible. Es verdad que dependiendo de tus circunstancias personales tendrás más o menos tiempo. Estés soltera, sin hijos, divorciada, con familia numerosa, trabajes por cuenta ajena, seas autónoma, o seas la dueña de una empresa, o directora de una multinacional o te dediques en cuerpo y alma al cuidado de tu familia, tus padres o tu casa. Efectivamente no todas disponemos del mismo tiempo, pero si que tenemos las mismas ganas y la misma necesidad.
Así que no te compliques, empieza por cosas pequeñas que no impliquen desplazamientos, o ayuda extraordinaria. Te hablo de darte un baño, de crear un ritual de belleza, de reservarte todos los días veinte minutos para leer o dormir 15 minutos después de comer. Puedes aprovechar la siesta de tu bebé, el día que hay Champions, mientras tus hijos están en la extraescolar de turno…
Pero no lo dejes en el aire, apúntalo en la agenda, déjalo por escrito en el calendario familiar: martes y jueves café y libro mientras los niños entrenan, o domingo por la noche baño y mascarilla, si hay partido de fútbol yo veo una peli de amor y lujo en la tablet.
Una vez que tengas esos pequeños momentos reservados llega el momento de reservarte uno más grande. Habla con tu marido, con tus padres, una amiga, o una canguro y establece qué tarde, qué mañana, qué par de horas durante la semana vas a tener para ti y ellos se encarguen de darte cobertura.
Quizá puedas organizar un grupo para jugar al pádel y luego tomaros una caña, o puedes planificar qué exposición quieres ver y comprar las entradas, o establecer un día al mes para ir a la peluquería o al cine.
Si nada de lo que te propongo te parece factible por ahora bien porque tus niños sean muy pequeños, o porque no puedas pedir ayuda a nadie para que te sustituya durante un rato te doy un par de ideas que te pueden ser de utilidad para rascar ese ratito para ti a lo largo del día:
– Aprovecha el momento de siesta de tu hijo. Lo más fácil es llenarlo de obligaciones, pero cuidarte y descansar ya sabes que también lo es.
– Instaura el momento de silencio y tranquilidad en casa. ¿Qué puede mantener a tus hijos ocupados un buen rato sin que te molesten? ¿Una película? ¿Dibujos animados? ¿Jugar a la Play Station? ¿Jugar con los legos? Pues no te sientas culpable por “enchufarles” un rato para tu aprovechar para leer, hacerte la pedicura en casa o ver un capítulo de tu serie favorita o hacer ejercicio.
– Puedes hacer ejercicio con ellos. Dependiendo de la edad puedes aprovechar y salir a caminar con el carrito, o hacer una tabla junto a ellos en el salón de casa, o si ya son un poco más mayores, busca un deporte que podáis practicar juntos.
– Haz de rutina de noche tu momento. Una vez que los niños estén acostados que nada ni nadie te quite tu rato. Si llegas muy cansada trata de acostarles antes.
En fin, como ves hay muchas posibilidades de sacar tiempo para una, pero solo hay algo sin lo que no podrás lograrlo y es: estar convencida de la necesidad de estar bien. Así que te dejo en el aire las siguientes preguntas:
¿Cómo te comportas con quienes te rodean y sobre todo, con los que más quieres, cuando te sientes cansada, desaliñada, o triste?
¿Cómo te comportas cuando te ves bien, después de un fin de semana estupendo, tras una cena con amigos, o al salir del cine?
¿Cómo quieres que te recuerden tus hijos y quienes conviven contigo?
Un abrazo,
Me ha gustado mucho el post muy util y cargado de razon
Me encanta el post!!!, cuanta razón tienes, voy a ponerme con ello, quiero que la imagen que mis hijos recuerden de mi cuando sean mayores, sea de una madre activa, si, pero dulce con ellos y sin malas caras. Además que me siento mejor, cuando hago algo por mi, eso es muy cierto.Mil gracias.
Ohhh!!!! que Post mas bonito. Así deberíamos hacer. Vamos a intentarlo este nuevo curso. Mil gracias.