Creo que tanto DIY que hice en los primeros tiempos de La Merienda a las 5, siendo mi hija muy pequeña, la marcaron para siempre y hoy en día tenemos en casa una loca de las manualidades. No hay día que no nos la encontremos tijeras en mano, pegamento, acuarelas, témperas, pintando o recortando.
Le encantan los videos en youtube de manualidades y entre lo que ve ahí y lo que aprende en el cole, necesitaríamos otra habitación para exponer sus obras de arte e ideas geniales. Admiro su capacidad para imaginar y crear, esa visión que tiene para convertir ella sola el material más simple en algo fantástico.
Tiene materiales de todo tipo y por consiguiente me paso la vida ideando formas para que lo tenga todo organizado y bajo control, ya que por ella tendría el típico taller de artista, pero por ahora tiene que convivir con el resto de la familia.
En su cuarto dejo que tenga lo que puede usar sin supervisión de ningún tipo. Las témperas, óleos y acuarelas los tengo en un armario del salón custodiados para que cuando los quiera usar estemos en sobreaviso y no nos encontremos todo el cuarto con pintura derramada por el suelo, o manchas de óleo como en alguna que otra ocasión.
Me gusta aprovechar cajas y contenedores que ya tengamos en casa, darles un uso distinto al habitual.
Estas cajas de fresa que ya te mostré en el post de la Limpieza de juguetes pre-Navidad, son perfectas para apilar dentro de la librería y organizar los rotuladores, ceras, lápices de colores. Estos los metió ella misma en distintos estuches y neceseres, de modo que quede todo recogido y organizado antes de acostarse.
En otra de las cajas guarda todos los sellos, las troqueladoras, tijeras y una barra de pegamento en barra, así como los distintos cuadernos que le gusta llevar cuando sale de casa (y que nos permiten muchos momentos de paz y tranquilidad, sea dicho de paso).
Otra de sus grandes aficiones es la plastilina, así que tiene una caja enorme solo con moldes, utensilios para cortar, tallar y moldear. Puede pasarse horas y horas. Y la verdad es que luego es bastante cuidadosa a la hora de guardar porque es la primera que no quiere que se le sequen.
Los botes de plastilina los guardamos en un antiguo maletín de juguete, porque aunque estén tapados, si por algún casual no lo estuvieran correctamente al cerrarse no entra aire. Así conseguimos que duren años!! Y no exagero, aquí hay botes de hace más de tres años.
En cuanto a los miles de dibujos que podemos llegar a reunir, tiene una caja bastante grande donde mente todo lo que quiere conservar. Además cuenta con un archivador tipo acordeón donde guarda sus favoritos (si no están colgados por casa o se lo ha regalado a los abuelos o a sus amigos).
A la hora de mantener el orden, creo que es fundamental que cada cosa tenga su lugar y que todos sepamos cual es, por eso tanta etiqueta identificando el espacio asignado para colocar cada cosa. Cuando eran pequeños usábamos dibujitos, pero ahora que ya saben leer todos es mucho más práctico tirar de etiquetadora.
Si quieres ver también, cómo tenemos organizado nuestro armario de las manualidades en casa te recomiendo que eches un vistazo a este post que escribí en La Merienda a las 5 hace unos años. La verdad es que ahora ha crecido aún más. Para verlo en la actualidad no te pierdas el story que voy a dejar en mi cuenta de Instagram a lo largo del día.
¿Y tú? ¿Cómo organizas los materiales de pintar de tus hijos?
0 comentarios